29/05/2016
Sólo un 20% de la población activa de Cataluña tiene un nivel formativo medio
PIMEC pide corregir las deficiencias de los sistemas formativo y de calificación catalanes y presenta un conjunto de propuestas para que la oferta formativ
Barcelona, 30 de mayo de 2016. PIMEC ha presentado hoy un informe sobre el mercado de trabajo catalán. Bajo el título “Formación y ocupación en Cataluña y comparativa con algunos países europeos”, este informe, que no se ciñe sólo a la FP (pero que la incluye), aporta una visión del mercado de trabajo desde la perspectiva de la calificación profesional: qué formación ofrecen las personas (y detrás suyo el sistema educativo), frente a qué calificación piden las empresas.El documento señala que el nivel de formación que pide el mercado de trabajo catalán se distribuye en un 23% en alta calificación, un 37% en media y un 40% en baja. El nivel formativo que ofrecen las personas presenta unos desajustos notables, destacando los 14 puntos porcentuales de déficit de oferta de FP y Bachillerato en relación al que piden las empresas en nivel mediano.En la comparativa con ocho economías avanzadas de dimensión parecida a la catalana, la estructura de ocupación de nuestro sistema productivo en cuanto a puestos de trabajo presenta un peso menor en el nivel alto (23% en Cataluña y 30% a los países pequeños europeos) y en los técnicos intermedios (10% en Cataluña y 17% a los países de dimensión similar europeos), mayoritariamente ligados a la formación profesional; mientras que las ocupaciones de nivel bajo y las medias menos técnicas tienen una importancia mayor. Estas diferencias todavía son más grandes cuando la comparación se hace con una economía tan destacada como la alemana.En formación de la población activa, Cataluña es uno de los países con una mayor proporción de personas con nivel bajo (un 43% en Cataluña ante un 18% a los países pequeños europeos). En nivel formativo medio (donde hay el FP) es el país que graba el porcentaje más bajo (20% en Cataluña ante un 44% en los países europeos de dimensión parecida). Por lo que hace refenrencia al FP, parece que su atractivo ha mejorado en los últimos años, en particular la de grado superior. Sin embargo, el flujo será probablemente insuficiente para cubrir las demandas del sistema productivo, sobre todo teniendo en cuenta que una proporción notable de los titulados en formación profesional opta por ir a la universidad en vez de integrarse al mercado de trabajo.Propuestas de PIMECLa preponderancia de oferta y demanda de nivel bajo, los desajustes en las competencias necesarias y los déficits en calificación y ocupaciones de nivel mediano, obligan todos los agentes implicados a reflexionar para corregir las deficiencias de los sistemas formativo y de calificación catalanes con el objetivo de mejorar el sistema productivo del país.En este contexto, PIMEC ha presentado sus propuestas para el impulso de la formación profesional y el despliegue del sistema de formación y calificación profesional:Situar el mundo de la empresa, y la empresa misma, en el origen y destino natural de cualquier acción de formación profesional.Hay que situar las necesidades de las personas en el centro del sistema, buscando los instrumentos más adecuados para cada perfil de usuario (jóvenes, adultos, personas en situación de investigación de trabajo, ocupados, colectivos con especiales dificultades), adaptando los contenidos, los canales y las formas de organización de las enseñanzas para lograr los mejores resultados posibles.El elemento que tiene que facilitar la ensambladura entre oferta y demanda ha ser la orientación profesional, que tiene que actuar como puerta natural de entrada a cualquier acción de formación y calificación profesional. La Agencia, para poder disponer de la suficiente autonomía de gestión respecto a la organización de la administración (los dos departamentos con competencias en materia laboral y educativa), tiene que estar adscrita al Departament de Presidencia o al más cercano al mundo de la empresa.Las políticas de formación y calificación acontecen de facto a las políticas de ocupación y, por lo tanto, hay que garantizar la necesaria coordinación entre sus niveles estratégicos con la participación de los agentes sociales en el diálogo social y entre sus niveles más operativos a través de estructuras sectoriales y territoriales muy relacionadas.La Red de centros de formación profesional tiene que estar formada necesariamente por diferentes tipos de centros de formación (públicos y privados, especializados sectorialmente, enfocados a unos u otros colectivos, con enseñanzas presenciales y a distancia, con itinerarios school-based y compañero-based…) que den respuestas complementarias y de calidad a las diferentes necesidades de los sectores productivos y las personas.La formación profesional es costosa pero absolutamente necesaria desde el punto de vista social y económico. Pedimos más inversión y más eficiencia en los resultados (mejora de las ratios de graduación).La eficiencia del Sistema de Formación y Calificación dependerá en gran medida de la solvencia del instrumento prospector (observatorio) y de su capacidad para dar respuesta.