05/07/2024
PIMEC rechaza la actual propuesta de reducción de jornada laboral porque afecta a la viabilidad y la competitividad de muchas pymes de diferentes sectores
Después de reunir a sus comisiones, a las asociaciones, a los gremios y a los colectivos más afectados, constata la necesidad de abordar esta cuestión con una visión de 360°
Reclama, ahora más que nunca, una voz propia de las pymes para que se tengan en cuenta la dimensión empresarial, así como los retos y problemas del mercado de trabajo como la productividad, el absentismo y bajas laborales, entre otros
Ha trabajado un conjunto de medidas concretas y datos de impacto, que confirman que este no es un problema entre personas empresarias y trabajadoras
Barcelona, 5 de julio de 2024. Después de una reunión entre las comisiones, las asociaciones y los miembros de los órganos de gobierno de PIMEC, la patronal continúa rechazando la actual propuesta de reducción de jornada laboral porque esta afecta a la viabilidad y a la competitividad de las pymes de diferentes sectores de actividad económica. En este sentido, y como ya viene pidiendo la patronal y el presidente Antoni Cañete reiteró en los Premis Pimes del pasado mes de junio, ha reclamado abordar esta cuestión con una visión de 360°.
Por eso, ha defendido, ahora más que nunca, que las pymes y las personas autónomas tengan una voz propia con el objetivo que se tengan en cuenta tanto la dimensión como los sectores empresariales más afectados, así como los retos y problemas del mercado de trabajo: La mejora de la productividad, el absentismo, la reducción de la altísima incidencia de las bajas laborales, la falta de profesionales y de perfiles cualificados, la dificultad de cobertura de determinados puestos de trabajo, reducir el alto paro y mejorar los tiempos de trabajo pactado.
Después de alertar que esta medida tendrá un impacto más grande en las micro y pequeñas empresas, tal como indican varios estudios como el del BBVA Research o los indicadores de la OCDE y el INE, ha puesto de manifiesto que no se puede restar más capacidad de crecimiento empresarial, así como de creación de ocupación y riqueza, puesto que esto afectará directamente al progreso social y económico del país.
Sobre los impactos que tienen este tipo de medidas a partir de las experiencias vividas en otros países, PIMEC ha destacado la fuerza de la negociación colectiva para mejorar estas cuestiones como lo demuestra el caso de Alemania, que con una jornada legal máxima alta, tiene un número efectivo de horas de trabajo más bajo y unos indicadores de productividad mucho mejores que los nuestros.
A partir del análisis de datos y diferentes indicadores, PIMEC ha constatado la necesidad de una mejora general de la organización y del tiempo de trabajo en España. Por otro lado, ha recordado que las pymes y las personas autónomas continúan haciendo frente a elevados costes empresariales a consecuencia de las diferentes crisis de los últimos años, la tensión inflacionaria y el incremento de las cotizaciones sociales. Así mismo, ha constatado el elevado nivel de burocracia administrativa y el aumento de los recursos que tienen que destinar a cumplir normativas y otras obligaciones, hecho que se complicaría todavía más con un endurecimiento del registro horario.
En relación con el hecho de que esta medida también comportará la necesidad de incorporar trabajadores y trabajadoras para cubrir las horas de trabajo, la patronal ha avisado que actualmente ya hay sectores con dificultades para encontrar profesionales.
También, ha constatado que habrá que exigir que los gobiernos garanticen las dotaciones presupuestarias necesarias para asumir el incremento de costes que tiene que comportar en los contratos públicos y en todo el resto de instrumentos de colaboración pública y privada donde hay un uso intensivo de mano de obra, en muchos de los cuales el impacto económico de la medida supera el margen previsto en el instrumento de colaboración.
Las propuestas de PIMEC
La patronal ha pedido que las micro, pequeñas y medianas empresas puedan participar de la negociación de la reforma de la organización y del tiempo de trabajo de forma integral, evitando cualquier medida unilateral, mostrando predisposición y aportando propuestas.
De su conjunto de medidas destacan los planes para la mejora de la productividad y medidas para la reducción del absentismo laboral y la gestión de bajas laborales, a la vez que la mejora del tiempo de trabajo y eventualmente, la reducción de la jornada, se vehiculen a través de la negociación colectiva, respetando su autonomía y adaptación flexible de las medidas, así como haciendo seguimiento de las mejoras generalizadas.
Así mismo, cree que los beneficios de cualquier medida tienen que ser compartidos, como también el coste que haya que asumir, siendo absolutamente impensable que una medida como esta pueda o tenga que ser asumida solo por las empresas.
También considera fundamental la puesta en marcha de incentivos fiscales y bonificaciones a la Seguridad Social para compensar los costes por parte de las empresas y no generar un efecto inflacionario, y -por otro lado- considera oportuno adaptar la normativa de salud y seguridad laboral.
En cuanto a la contratación pública y las actividades con precios regulados, también ha propuesto que cualquier norma que se adopte comporte el principio de corresponsabilidad de las administraciones, con la posibilidad de adaptación automática de precios para evitar el desequilibrio en la relación pública y privada por la aplicación de la medida y evitar problemáticas como las surgidas con el SMI.
Finalmente, ha señalado que hay que proteger la retención del talento, puesto que una medida unilateral de este tipo puede generar una pérdida de competitividad y hacer incrementar la rotación laboral como sucedió en Francia.