
07/02/2017
PIMEC presenta un conjunto de enmiendas a la propuesta de Ley de Reforma Horaria
La patronal defiende una reforma que mejore la conciliación y la productividad pero que no ponga a las pymes en desventaja
Desde nuestra entidad, PIMEC, valoramos positivamente todas las actuaciones que se están haciendo dentro del contexto de la reforma horaria, ya que entendemos que es de gran importancia trabajar para obtener una racionalización horaria que haga posible la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, y al mismo tiempo una optimización del tiempo de trabajo.
Una reforma horaria revertirá en el beneficio de las empresas catalanas y sus trabajadores. No obstante, es preciso poner de relieve que no se puede exigir una reforma horaria uniforme, que no atienda a las múltiples especificidades de cada sector. Se deben hacer compatibles las necesidades de nuestro tejido empresarial con las de las personas trabajadoras, distintas entre sí, ajustando en cada caso las medidas a adoptar. Hay que encontrar un equilibrio adecuado entre las necesidades de las empresas y las de los trabajadores. Debería ser, por tanto, una reforma progresiva, en la que algunos sectores actuaran como motor (Administración, escuelas, oficinas) y otros fueran adaptándose posteriormente a los cambios de hábitos de la población (comercio, restauración, ocio y cultura).
Desde PIMEC se han trasladado al Parlament de Catalunya todo un conjunto de enmiendas a la propuesta de Ley de Reforma Horaria con el fin de garantizar que las reformas serán aplicadas de forma generalizada y sostenida en el tiempo.
Se ha valorado positivamente que los poderes públicos de Catalunya promuevan una jornada laboral más compacta y flexible, que priorice la productividad frente al presencialismo y que permita delimitar mejor el tiempo destinado al trabajo y libere horas del mismo para usos personales, familiares y sociales. Esto se debe garantizar con la implantación de medidas que no representen ningún coste añadido a las empresas como, por ejemplo, la reducción del tiempo para comer, la rotación de puestos de trabajo y la polivalencia funcional, los sistemas de horarios flexibles, la bolsa de horas, la flexibilidad de entrada y salida, y la implementación de la jornada continua allí donde el sector y el puesto de trabajo lo permitan, entre otros.
Dicho lo anterior, hay que poner relieve la realidad de las pymes, que en muchas ocasiones no tienen los recursos humanos ni económicos para poder implantar algunas de las medidas que promueve esta reforma horaria, ya sea la creación de comedores en las empresas, la utilización de turnos de trabajo, jornadas continuas, etc. La realidad de un gran número de pymes y autónomos radica en la necesidad de dar un servicio personalizado durante toda la jornada a los clientes, lo que supone que algunas pymes, como por ejemplo las de servicios, acaben dependiendo de los horarios de sus clientes. La problemática se agrava cuando las pymes prestan servicios a países con husos horarios completamente diferentes.
Estos cambios horarios podrían dar lugar a unas reivindicaciones sociales o laborales imposibles de asumir para las empresas, relacionadas con los trabajos por turnos y los criterios para considerar horas nocturnas contempladas en los diferentes convenios colectivos. Esto introduciría conflictividad en las relaciones y sería lesivo para todas las partes.
PIMEC se posiciona en contra del distintivo “empresa promotora del nuevo horario para las empresas”, previsto en el artículo 7 de la proposición de ley, ya que entendemos que esto comportará una mayor carga administrativa para las pymes y las situará en una clara situación de desventaja frente a las grandes empresas. Por otra parte, ya existen suficientes distintivos dentro del ámbito empresarial en los que se podrían incluir las medidas adoptadas para promover un nuevo horario, como el de la responsabilidad social corporativa (RSC).
Asimismo, valoramos negativamente que la administración pública promueva, por medio de sus órganos de contratación, la inclusión en los pliegos de contratación de cláusulas sociales que favorecen el cumplimiento del nuevo horario, por los mismos motivos expuestos anteriormente.
En relación al ámbito educativo, sería interesante plantear cuáles son los horarios más adecuados fuera del período lectivo. La reforma del calendario escolar debería pasar por una necesaria flexibilización del calendario laboral de los trabajadores. Por otro lado, consideramos importante garantizar el acceso de los niños a las actividades extraescolares en igualdad de oportunidades y revisar el transporte escolar para que cualquier niño pueda disfrutar de estas actividades.
En cuanto al sector del comercio, la proposición de ley establece una franja recomendada de apertura de 7 de la mañana a 19.30 h de la tarde. Actualmente el 50% de las ventas de los comercios catalanes se concentran de las 12 h a las 13 h y de las 19 h a las 20 h. En este sentido, antes que nada, deberían cambiarse los hábitos de consumo a partir de una campaña de sensibilización. En segundo lugar, se apela a una franja recomendada y no obligatoria. De esta manera, no podemos garantizar que la totalidad del sector (pequeños y grandes) cumplirá con este compromiso. Por último, es imprescindible un estudio previo de lo que significaría el cambio de modelo a nivel comercial.
Por lo que se refiere a los espectáculos públicos y actividades recreativas, se propuso eliminar la franja horaria que se contempla en ese artículo, ya que esta regulación supondría una grave injerencia de la Administración en la libertad individual de las personas de decidir cómo disfrutar de su tiempo de ocio.
En la actualidad, ya existen normativas técnicas y específicas para acotar los horarios de los espectáculos públicos y actividades recreativas y culturales adaptadas a la singularidad de cada sector, que han sido fruto de la autorregulación y la colaboración activa de los agentes implicados con la Administración. Recomendamos seguir con la vía de la búsqueda del consenso.
Para que esta reforma resulte exitosa, tal y como ya se ha expuesto anteriormente, se deberán encajar con garantías todas las piezas, ya que los sectores del comercio, la restauración, el ocio y la cultura son los últimos eslabones de una cadena que empieza con las decisiones individuales de las personas. Estos sectores son muy sensibles a las demandas de los ciudadanos, y seguirán de forma automática y no traumática el cambio de hábitos que estos operen.
Respecto a la incentivación de la cultura del teletrabajo y del trabajo no presencial, valoramos positivamente su promoción, pero prestando atención a que el trabajo no presencial se asocia a un conjunto de riesgos psicosociales. Por este motivo, entendemos que sería necesario introducir limitaciones al respecto.
PIMEC valora positivamente que se trabaje para alcanzar un pacto nacional para la reforma horaria como instrumento de concertación y gobernanza, siempre que las reformas estén basadas en incentivaciones y no en imposiciones o restricciones.