01/12/2015
PIMEC denuncia la falta de voluntad política del gobierno central para impulsar una infraestructura
INFORMES PIMEC 10/2015: El Corredor Mediterráneo: un tren de mercancías que nace frenado
Barcelona, 2 de diciembre de 2015. La internacionalización y actividad de las pymes se ve frenada por los retrasos y deficiencias en una infraestructura que debe facilitar el tránsito de mercancías entre Europa, África y Asia, e impulsar la actividad del área mediterránea.
El Corredor Mediterráneo es uno de los nueve corredores estratégicos dentro de la red transeuropea de transporte de mercancías, que debe conectar los principales puertos, aeropuertos y centros económicos del continente. Ello facilitaría que el Mediterráneo fuese la puerta de entrada y salida de mercancías del sur de Europa.
El impulso del ferrocarril permitirá grandes mejoras de eficiencia en el transporte de larga distancia y reducirá su impacto medioambiental.
A pesar de la importancia y los beneficios del Corredor Mediterráneo, todo indica que existe una falta de voluntad política para impulsarlo, en beneficio de la alta velocidad de pasajeros.
Esta política de inversiones ha hecho que España sea el segundo país del mundo con más longitud de alta velocidad (3.739 km construidos o en construcción) y el que tiene una red más extensa en relación al número de habitantes (79 km por cada millón de habitantes, más que triplicando Japón y cuadruplicando Alemania), a pesar de ser también el país donde la utilización de esta red es más baja (poco más de 10.000 pasajeros por kilómetro de red, un 94% menos que en Japón).
En el período 2009-2015, sólo el 22,1% de las inversiones presupuestadas en alta velocidad se han destinado al Corredor Mediterráneo. La alta velocidad hacia el norte de España ha recibido, en los mismos años, el 44,6% de las inversiones. Hay que recordar que las comunidades autónomas por donde pasa el Corredor Mediterráneo representan el 47% de las empresas, el 44% del PIB, el 48% de la población y el 46% del empleo en España.
El coste de no acelerar el Corredor Mediterráneo es la pérdida de capacidad exportadora y de atractivo industrial en unos tiempos en que se quiere potenciar la reindustrialización. Asimismo se pierde una oportunidad de desarrollar el sector logístico, llamado a tener un gran protagonismo en el futuro.
PIMEC reivindica la necesidad de no frenar más el Corredor Mediterráneo, una infraestructura fundamental para las mercancías y la industria catalana, mediterránea, estatal y europea.