
05/03/2025
PIMEC constata que el 63% del empleo generado a través de los fondos Next Generation y los PERTE será masculino
Un estudio de la comisión Mujer y Empresa de la entidad rebela la falta de estrategias para integrar a las mujeres en áreas claves de crecimiento económico como la energía verde y limpia, la construcción y las nuevas tecnologías
Antoni Cañete explica que PIMEC lleva años trabajando por la plena igualdad entre Hombres y mujeres “y lidera con el ejemplo, ya que es la primera organización empresarial multisectorial de España con paridad en sus órganos de gobierno”
Barcelona, 5 de marzo de 2025. PIMEC ha alertado hoy que el 63% de los empleos proyectados a partir de la ejecución de las ayudas del programa Next Generation EU (NGEU) y los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) están destinados a hombres, consolidando así desigualdades estructurales. Así lo concluye el estudio “El impacto de la distribución de los fondos Next Generation en clave de género”, encargado por la comisión Mujer y Empresa de la entidad, que analiza las desigualdades de género en el marco de las estrategias económicas postpandemia. En este sentido, se constata que la creación de empleo femenino es menor en sectores de alta inversión y productividad, como la microelectrónica y semiconductores (25,8%) o el vehículo eléctrico (28,2%).
En el acto de presentación del estudio, el presidente de PIMEC, Antoni Cañete, ha explicado que “en PIMEC llevamos muchos años trabajando por la plena igualdad entre hombres y mujeres y lideramos con el ejemplo, puesto que somos la primera organización empresarial multisectorial de España con paridad en sus órganos de gobierno”, ha dicho en referencia al hecho de que la Junta Directiva de la entidad cuenta con más de un 40% de mujeres.
Seguidamente, ha puesto de relieve tres datos relevantes del estudio: la tasa de ocupación de mujeres es 10 puntos inferior a la de los hombres (58,8% y 68,7%, respectivamente); solo el 35% de mujeres llega a lugares de dirección; y aportan el 52% del PIB. “Todo esto sin añadir que realizan más horas de trabajo no remunerado, un 64% del tiempo total diario, y que este no se ve reflejado en el PIB”, ha manifestado en referencia al estudio sobre la aportación de las mujeres a la economía.
Cañete ha cometado que el informe presentado tiene una gran importancia, porque “avanzamos y diagnosticamos los puntos donde tenemos que mejorar”, señalando que “se tiene que procurar que el empleo generado con dinero público, en este caso con los fondos Next Generation y los PERTEs, no cronifique desigualdades del sistema, sino que ayude a reducir esta brecha”. “Solo trabajando conjuntamente, instituciones, agentes económicos y sociales, el sector privado y la sociedad en general, podremos avanzar”, ha asegurado.
Por su parte, la presidenta de la comisión Mujer y Empresa de PIMEC, Maria Teixidor, ha alertado que el análisis de las políticas desarrolladas por la Unión Europea para la recuperación económica tras la pandemia revela una importante discordancia entre las expectativas teóricas y los resultados prácticos en lo que respecta a la igualdad de género, “algo que debería haber sido una prioridad, como establecen los Planes de Acción Nacionales (PAN) y que hubiera contribuido a la desaparición de la arraigada segregación sectorial del sistema económico”. “Una recuperación equitativa requiere reconocer estas disparidades e incluir de forma proactiva medidas que garanticen la participación de las mujeres en el panorama económico pospandémico”, ha asegurado.
Las principales conclusiones del estudio
Miguel Vázquez, presidente del Colegio de Economistas de Galicia, y María Bastida, profesora titular de la Facultad de Económicas y Empresariales de la Universidad de Santiago de Compostela, han presentado el estudio y algunas de sus principales conclusiones.
Entre otras cuestiones, han remarcado la falta de estrategias para integrar a las mujeres en áreas claves de crecimiento económico como la energía verde y limpia, la construcción y las nuevas tecnologías. Por otro lado, han destacado que sectores feminizados como la sanidad, el cuidado y la educación, están subestimados en términos de inversión y reconocimiento económico, perpetuando estereotipos de género. Por lo contrario, han hablado de la excepción que supone la economía social y de los cuidados, que posiciona la igualdad de género como eje central, aunque su predominio femenino del 61,8% podría reforzar roles tradicionales si no se promueve la diversificación laboral.
El documento pone de relieve que las mujeres, en comparación con los hombres, han estado más afectadas por el impacto económico de la pandemia, estando en desventaja en la actual trayectoria de recuperación. Por eso, destaca la necesidad de elaborar políticas inclusivas que aborden el impacto de género de las crisis económicas, garantizando que los esfuerzos de recuperación no perpetúen o empeoren las desigualdades de género existentes.
A continuación, se ha presentado una herramienta que permite calcular el impacto de los fondos subvencionados con perspectiva de género, que cuenta con unos indicadores evaluados y priorizados por un grupo de expertos en materia de economía y empresa, que aportan datos sobre ámbitos críticos que se deben tener en cuenta en esta repartición de fondos públicos.
A modo de conclusión, han señalado que, para que los programas de recuperación económica sean realmente transformadores, deben integrar la igualdad de género de manera estructural y efectiva, reconociendo que la equidad y el crecimiento económico son objetivos complementarios.
La jornada -moderada por la coordinadora de la comisión Mujer y Empresa de PIMEC, M. Àngels Benítez- ha finalizado con la celebración de una mesa redonda en la que han participado Mireia Cammany, vicepresidenta de PIMEC, María José Tarancón, miembro de la comisión Mujer y Empresa de la entidad, y Maria Bastida, profesora titular de la Facultad de Económicas y Empresariales de la Universidad de Santiago de Compostela.