Barcelona, 31 de marzo de 2015. Las exportaciones de Cataluña en el 2014 registraron un récord histórico de 60.195 millones de euros, un 2,1% más que en el año anterior. Así lo recoge el Observatori de la PIMEC en su informe “El comercio internacional de bienes de la economía catalana”. En cuanto a la importación de bienes, esta fue de 71.890 millones, cifra que queda muy lejos de los 80.000 del año 2007. El déficit comercial, de 11.696, fue el segundo más bajo desde el 2000. El estudio de PIMEC también señala que Cataluña exporta principalmente a países vecinos. En este sentido, diez países, con Francia y Alemania a la cabeza, concentran el 63% de las exportaciones. En las importaciones, los 10 primeros países concentran el 64% del total importado, con un especial protagonismo de China, que ya es el tercer proveedor de Cataluña. Estos países habían ido perdiendo peso desde el año 2000, pero en el 2014 lo han recuperado. En cambio, el comercio exterior con países emergentes ha experimentado una ligera pérdida de peso en el 2014, para situar-se en el 9,9% de las exportaciones y el 16,8% de las importaciones. Por demarcaciones, en el 2014 Barcelona y Tarragona registran déficit comercial y Lleida y Girona, superávit. La aportación de las pymes La aportación directa de las pymes en la exportación es de un 34,7%. Hay que tener en cuenta que esta cifra no incluye la exportación indirecta, la que se realiza a través de suministros a grandes empresas exportadoras. Las empresas que se consideran exportadoras regulares (exportación durante cuatro años seguidos) son 15.946, una cifra que no para de crecer (en el 2010, por ejemplo, eran 13.607). Las exportadoras regulares acumulan el 92,7% del valor exportado total. El 26,2% de las pymes catalanas son exportadoras. Los sectores más exportadores entre las pymes son el químico (55,6% de las pymes) y el del material de transporte (41,0%). En el 2014 hubo 47.604 empresas exportadoras. Sin embargo, de estas, 42.000 exportaron por valor de menos de 500.000 € cada una. Lee el informe 3/2015