Josep González: No creo actualmente en la unificación de las patronales. El único modelo efectivo es
09/12/2015

Josep González: No creo actualmente en la unificación de las patronales. El único modelo efectivo es

En el marco del encuentro anual de PIMEC con los medios de comunicación, Josep González, presidente de PIMEC, explica las decisiones que ha tomado la entidad respecto al mapa patronal y el porqué, valora la coyuntura económica y de las pymes de este 2015 y presenta las demandas del tejido empresarial más representativo del país de cara al 20D. Mapa patronal PREÁMBULO «»En los últimos años, hemos conversado, negociado y trabajado mucho para llegar a un proceso de integración de Fomento y PIMEC, hasta 3 veces»». En un periodo marcado por la crisis, he sido un firme defensor de que este acuerdo era posible y lo he intentado por todas las vías, con mucho esfuerzo, casi con obsesión, por el bien de todas las empresas. Aunque creo que había buena voluntad por ambas partes, se convirtió en una «»misión imposible»». Y es que pretendíamos hacer una «»mezcla que no podía funcionar»». No es posible mezclar una verdadera representatividad de grandes empresas y de pymes si no se quiere dejar a estas últimas sin voz ni voto. No es efectivo reproducir el esquema Ceoe-Cepyme; creemos que es muy importante poder defender los intereses de cada parte de forma autónoma, como ocurre actualmente en Cataluña. Por lo tanto, «»no debemos volver a intentar la redefinición del mapa patronal, ni dar una mala imagen de incapacidad de llegar a un acuerdo o de falsos personalismos»». Simplemente, «»no se puede conseguir»», y en interés de las pymes catalanas sería perder el tiempo volver a intentarlo. ¿QUÉ HAREMOS? No habrá, en el futuro, otra ronda de negociaciones entre PIMEC y Fomento orientada a un proceso de integración. “Eso sí, buscaremos, si ellos también lo desean, un entendimiento permanente en todos aquellos puntos en los que podamos coincidir, que son muchos pero no todos, y de ahí la imposibilidad de una fusión”. Esta decisión fue aprobada por unanimidad en la Junta Directiva de PIMEC del pasado 17 de noviembre. La defensa de los intereses de las pymes es una necesidad crucial en Cataluña, como debería serlo también a nivel español, lo que desaconseja una fusión entre patronales de grandes y pequeñas empresas. Frente a ello, «»creemos en un modelo patronal que separe la representación de pymes y de grandes empresas»». Es el único modelo de futuro posible para un relanzamiento del progreso social y económico. Es fundamental que el país siga contando con una patronal dedicada exclusivamente a las pymes y los autónomos, una organización activa, transparente y democrática que las defienda. PIMEC no forma ni formará parte de ninguna organización cúpula a nivel estatal, en la medida en que ésta no separe claramente la representatividad de las pymes, como es el caso de Cepyme, en que no se da una independencia institucional ni financiera. PIMEC está auditada desde 1989 y se nutre principalmente de las cuotas y servicios a sus socios, y tiene una absoluta independencia de actuación. Las pymes son la gran mayoría de empresas y generan más PIB y más puestos de trabajo que las grandes. «»Sólo por eso, ya se justifica que tengan una representación separada, no mezclada»». Colaborar sí, pero estar supeditadas a las grandes, no. El papel de la pyme en la economía europea se ha reconocido repetidamente al más alto nivel político. La CE, con la directiva SBA (Small Business Act), protege y diferencia las políticas económicas y fiscales de las pymes, al igual que en muchos países. Además, en la CE están separadas las cúpulas patronales de las grandes empresas (Business Europe) y de las pymes (UEAPME, donde PIMEC ocupa una vicepresidencia). La misma separación se da en EE.UU. Creemos que también debe darse aquí. ¿POR QUÉ? En su último informe de junio 2015, el FMI ha subrayado la necesidad de reforzar la mejora de la competitividad de las pymes para generar un crecimiento a largo plazo más inclusivo, un crecimiento que aumente las posibilidades de empleo, especialmente entre los jóvenes. Para conseguir esta competitividad será necesaria una buena defensa contra todas las restricciones que obstaculizan el crecimiento de las pymes. Y para ello conviene una representación separada porque son muchos y de impacto los ámbitos en los que surgen intereses contrapuestos. Algunos ejemplos que demuestran dicha conveniencia son estos: –       Anteproyecto de la nueva Ley de contratación pública: Como ha quedado demostrado y ha tenido trascendencia mediática, la representación de las grandes empresas ha intentado cerrar el paso y ha enmendado prácticamente en su totalidad el anteproyecto de ley de contratación pública en todos aquellos puntos que favorecían la participación de las pymes, puntos que nosotros habíamos propuesto y que estaban en línea con las recomendaciones europeas. Las grandes empresas no quieren perder el monopolio que siempre han tenido y no quieren lotes de menor dimensión, pagos directos a los proveedores, menos burocracia, aspectos que sí interesan a las pymes que quieren acceder a la contratación. Nos gustaría ver a las otras patronales defendiendo estas opciones para las pymes, pero no es así. Continuaremos nosotros con esta defensa y esperamos que la Ley acabe teniendo en cuenta las opciones de las pymes. –       Morosidad: Quizá es el caso más visual e importante de abuso de dominio y/o posición de dominio. Datos oficiales demuestran cómo muchas grandes empresas pagan hasta a 500 días a las pymes proveedoras cuando están cobrando a 60 días de las administraciones públicas. En este caso concreto, PIMEC y la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM) nos encontramos con intereses confrontados con Fomento/CEOE/Cepyme, donde dominan las grandes empresas y se silencia esta abusiva situación que mata a muchas pymes por no poder financiar estos largos plazos de pago o que les impide crecer en dimensión. Continuaremos con nuestra acción para reducir estos abusos y hacer realidad un régimen sancionador y un observatorio de la morosidad. –       Fiscalidad: Impuesto de Sociedades mucho más bajo para las grandes empresas que para las pymes (¡7,3 y 16%, respectivamente, el año pasado!). La fiscalidad de este país debería estar pensada en clave de pymes y no para las grandes empresas, como precisamente ahora «»prometen»» los líderes políticos de cara a las elecciones del 20D. Nosotros seguiremos insistiendo para que exista una doble fiscalidad. –       Simplificación administrativa: La complejidad administrativa y la profusión de todo tipo de normativas la gestionan bien e, incluso, la promueven las grandes empresas, pero es difícil de gestionar por parte de las pymes. Hemos podido colaborar con el gobierno catalán para reducir trabas administrativas y seguir trabajando en esta dirección. –       Energía: El coste energético en España es más alto que en otros países, pero lo es más para las pymes que para las grandes empresas. Alguien debe defender que se elimine este agravio comparativo hacia las pymes, que les resta competitividad; también seguiremos pidiendo la supresión del impuesto del autoconsumo. ¿QUÉ SE DEBE HACER? «»Hay que hacer evolucionar el concepto histórico e inamovible de la CEOE-CEPYME, en bien de todos»». Fue una «»oportuna creación en el momento de la transición»», pero ahora es necesario un nuevo modelo de patronales que haga evolucionar el actual y responda a los nuevos retos. Con CEPYME veríamos bien un acuerdo si un día esta organización logra una independencia económica y representativa. En Cataluña tenemos, desde hace 30 años, dos cúpulas patronales, para las grandes y pequeñas. Esto no se da en el resto de comunidades, exceptuando Baleares, y pensamos que sería positivo que este modelo separado se hiciera extensivo al resto de comunidades. La falta de entendimiento actual por la representatividad de las dos patronales cúpula catalanas es consecuencia de una decisión muy injusta, tomada en tiempo de mandato del presidente Pujol, que perjudicó mucho a PIMEC cuando hace casi 20 años, y de forma no justificada y provisional, como se nos dijo, se otorgó un 25% a PIMEC y un 75% a Fomento, a pesar de que las pymes representan el 99% de las empresas y el 70% del empleo en Cataluña. Hoy, gracias a las reclamaciones judiciales que PIMEC se vio obligada a interponer, se ha acabado con esta injusticia y la representatividad se reparte al 50 y 50%, pendiente de hacerse una medición de la representatividad de las dos instituciones, y también se ha anulado la mayor representatividad de Fepime. Estos cambios no se pueden relacionar con la situación política que vivimos, lo que se puede comprobar con las sentencias e informes jurídicos que dan la razón a PIMEC, como en el caso de la AIC y de la anulación de la mayor representatividad de Fepime. El intento de Fomento de hacer de Fepime una cúpula patronal sin tener ninguna representatividad y sólo por un error administrativo (silencio administrativo: por el que la administración no dio respuesta negativa a los 6 meses legales sino a los 8 meses), y que ahora se ha rectificado, fue muy poco serio, una burla. Este intento ha perjudicado la imagen de las patronales y nos obligó a denunciar la anomalía. La Generalitat ha comprobado que no tenía esta representatividad y ha procedido a anularla. No hemos tenido conversaciones con ellos, con Fepime, siempre han sido con Fomento. A pesar de la imposibilidad de un acuerdo con Fomento u otras organizaciones no independientes, PIMEC se muestra dispuesta a trabajar por la unidad de acción de los empresarios cuando haya coincidencia de intereses, en un momento de cambios económicos, políticos y sociales en que, más que nunca, será fundamental que se escuche la voz de las pymes, como muchos reconocen, las que crean la riqueza del país. Tendamos la mano para trabajar juntos, para defender con firmeza a las empresas, por el bien de nuestro tejido productivo y del conjunto de los ciudadanos, que es, al fin y al cabo, lo que nos debe mover a todos.
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