Barcelona, 26 de febrero del 2016. Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Cataluña (JARC) ya hace tiempo que advierte de los aumentos desproporcionados en los recibos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) de las fincas rústicas en numerosos municipios catalanes. A instancia de JARC, la sectorial PIMEC Agroalimentaria ha estudiado el problema y se suma a la reclamación para que se modifique el actual marco y se minimice el efecto sobre las explotaciones.El aumento se debe a la revisión de los valores catastrales de las parcelas en suelo rústico con construcciones agrarias en diferentes municipios catalanes. En algunos, esta revisión ya es un hecho, mientras que en otros esta en curso o se prevé que se inicie próximamente.La revisión de los valores catastrales y el aumento consecuente del IBI afecta construcciones en explotaciones agropecuarias, como granjas, depósitos o almacenes, entre otros. Los aumentos del valor catastral pueden ser exagerados y se ha comprobado cómo llegan en algunos casos a niveles de 10 o más aún del valor previo. El nuevo valor catastral, base para el cálculo del IBI, hace que la factura fiscal se vea muy incrementada y acontezca prohibitiva, según han manifestado empresarios afectados. Tanto JARC como PIMEC Agroalimentaria rechazan estos aumentos repentinos y desproporcionados en un impuesto como es el IBI, no relacionado con la renta o ingreso que se obtiene de la explotación. Por este motivo, las entidades reclaman que la revisión catastral en curso no perjudique todavía más un sector que está sufriendo una bajada dramática de la renta agraria y del número de explotaciones en los últimos años.De manera inmediata, JARC y PIMEC Agroalimentaria piden la paralización de las revisiones catastrales para revisar el marco de aplicación, y el uso por parte de los ayuntamientos de los coeficientes mínimos de cálculo (de un intervalo entre 0,3 y 0,9) y las bonificaciones que prevé la Ley. JARC también está informando a los socios de municipios que se encuentran en proceso de revisión de la importancia de presentar alegaciones a la valoración que hace el Catastro, puesto que el valor definitivo será el que determine el importe que tendrán que satisfacer mediante impuestos como el IBI.El presidente de JARC, Francesc Boronat, ha manifestado que «»con la mayor parte del sector agrario recibiendo precios por los productos bajo el coste de producción, y el aumento constante de los costes de factores productivos como la energía, es inadmisible que las explotaciones agropecuarias sufran ahora una subida desproporcionada y repentina de la factura fiscal»».JARC y PIMEC Agroalimentaria confían en que la necesidad recaudatoria de las administraciones públicas no acabe de hundir todavía más un sector capital para la cohesión territorial, la igualdad social y el progreso del país.