
07/04/2025
El impacto económico de la nueva política arancelaria
Después de que Donald Trump haya anunciado una nueva serie de medidas arancelarias que marcan el inicio de una nueva etapa de competencia comercial a nivel global, los diferentes países afectados en todo el mundo están impulsando mecanismos para hacer frente a los efectos de este anuncio.
Este tipo de medidas pueden romper normas básicas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y provocar un efecto dómino. En otros países podrían responder con represalias comerciales, creando una guerra comercial, como ya pasó en 2018 y 2019 durante la guerra comercial de los EE. UU. y China.
Los países afectados de una manera más directa son China – donde se añade un 34% a los aranceles ya existentes del 20%, llegando como mínimo al 54%-, la Unión Europea – con aranceles del 20%-, el Reino Unido –con aranceles del 10%-,Japón – del 24%-, y el Sudeste asiático –donde países como Camboya (49%), Laos (48%) y Vietnam (46%) reciben los aranceles más altos-. A pesar de las tensiones recientes, México y Canadá quedan exentos y no recibirán estos nuevos aranceles recíprocos, a pesar de que mantienen los ya existentes del 25% sobre algunos productos.
Los aranceles podrían durar indefinidamente hasta que Trump considere que se han cumplido sus objetivos. La orden ejecutiva prevé flexibilidad para levantar o reducir los aranceles si un país coopera con los EE. UU. en materias económicas y de seguridad. Además, el presidente norteamericano ha amenazado con nuevos aranceles si otros países responden con represalias.
Afectación a las pymes catalanas
Según datos de Acció, los aranceles anunciados por los EE. UU. afectarán a 3.161 empresas en Cataluña que exportan regularmente en el país con unas ventas que llegan a los 4.351 millones de euros y suponen el 4,3% del total de exportaciones catalanas al mundo. En términos generales, Acció calcula que, si los aranceles son de un 20% para todos los productos procedentes de la Unión Europea, el PIB catalán se podría reducir un 0,5%, cerca de 1.600 millones de euros.
Hay que destacar que los EE. UU. son el primer destino de las exportaciones catalanas fuera de Europa, y los sectores más perjudicados serán, por volumen de exportación actual, el químico, el farmacéutico, el de maquinarias y equipos, el agroalimentario y el metal.
Desestabilización del comercio internacional
Todo esto tendrá un impacto en economías emergentes como países de Asia, África y América Latina, que son fuertemente penalizados con aranceles próximos o superiores al 40-50%. Esto dificultará sus exportaciones hacia los EE. UU., que son en muchos casos fundamentales para su economía nacional. Esto puede tener consecuencias como una caída del PIB, el cierre de fábricas orientadas a la exportación, y una desocupación masiva.
Por otro lado, se puede producir una distorsión de los flujos comerciales, puesto que empresas de todo el mundo podrían buscar cambios estratégicos de rutas y socios comerciales para evitar los aranceles. Esto afectará el comercio global y puede crear nuevas alianzas comerciales alternativas a EE. UU. como nuevos polos de atracción.
Como conclusión, las nuevas políticas arancelarias pueden tener un efecto mixto; a corto plazo pueden aumentar los ingresos fiscales y presionar por cambios comerciales, mientras que a medio y largo plazo pueden provocar inflación, tensiones geopolíticas, caída del comercio internacional y afectar negativamente el crecimiento global, especialmente en los países más vulnerables.